Un blog escrito bajo severas dosis de etanol.

sábado, 28 de marzo de 2009

La Suri


Se hace llamar María Suripanta en estos procelosos mares de la intennés. Llegué por casualidad al blog (del que he copiado la plantilla recientemente) que comparte con Tato, Marta y Pol hace algo más de un año, y eso desató un prolífico intercambio de correos privados entre ella y yo. Poco después María se sumió en un silencio de mal augurio, tanto en su blog como en nuestra correspondencia. Sin embargo hace dos semanas volvió a escribirme, y anoche tuve el honor de conocerla personalmente en su casa de Sevilla.


María Suripanta, la Suri, sufrió un accidente del que no puedo hablar más por ahora. Digamos tan solo que no ha podido escribir hasta hace unos días. Esta mañana nos hemos despedido en la estación de Santa Justa:

—Vuelve a darle vida a "Todo es mentira", echo de menos ese blog tan cabrón.

—Que sí, que sí, te lo prometo, si estos dos me dejan— dijo señalando a su novio y al bebé que ambos han tenido.

—Tranquilo, que a esta no hay quien la calle— añadió el afortunado hombre que comparte vida y paternidad con la Suri.

María me pidió en uno de sus primeros correos que no la enlazara en esta bitácora —"paso de favores entre amiguitos, yo voy por libre"—, pero anoche me encargué de insistir en ello, ¡y aceptó! (Gracias, tonta). Así que desde ahora aparecerá en mi blogroll, por fin.

Me gusta la gente con carácter, con genio, con inclemente ironía. Me gusta María Suripanta. Y espero que a ustedes les guste su polémico blog.

2 comentarios:

María Suripanta dijo...

¿Me lo parece a mí o además de borrar entradas te cargas los comentarios díscolos? Uy, uy, uy, eso contraviene tu propia advertencia sobre los comentarios susceptibles de ser eliminados, ¿no crees?

¿Y cómo has osado llamar "accidente" a mi maternidad? No eres un niño bueno, Leónidas, no eres un niño nada bueno. Menos mal que me gustan los niños malos.

Leónidas Kowalski de Arimatea dijo...

Hola, María. Pensé que lo de tu maternidad era un secreto, por eso no lo mencioné.

Y no, no he borrado ningún comentario. Me ceñiré a la negativa sistemática de los hechos; será mi defensa.